Al sentarte en la mesa de un bar las gentes te saludan diciendo ‘Geia’ y te dan la bienvenida con un vaso de agua. Las calles suelen estar abarrotadas y, en algunos puntos, el sentido del tráfico cambia de un cruce a otro. Hay muchos rincones que se resisten a la estandarización; también hay vestigios de otros tiempos y barrios con la idea de colectividad grabada a fuego. Para mostrar gratitud de manera individual dicen ‘Efcharistó’, para hacerlo en grupo: ‘Efcharistoúme’. Tienen cervezas de 0,5 l que comparten con amigos, luz cegadora y prácticamente todas las reservas de azul que quedan en la Tierra.